viernes, 10 de abril de 2009

Probando...

Probando, soy nuevo en esto.

El loco Max

¿Quien podria negar que era buen jugador?, ¿quién se atrevería a decir que la cantidad de goles, gambetas, asistencias y originales festejos que lograba no eran para sacarte una sonrisa? Hubo algunos otros que lo intentaron imitar, y sin afan de ofender, jamas llegarian a tener esa chispa con la que el "Loco Abreu" se ganaba a su gente. Su ritual era sencillo, era un jugador muy alto, quizá era torpe con los pies, pero sabia entrar (al área y a nuestro corazón) en el momento justo.

El partido estaba aburrido, el Azul parecia refrigerador, su equipo (como siempre) no daba una, fallaban los pases, no jugaban a nada, tenian la capacidad de ganar un partido y emocionar, para luego regresar a los aficionados al mundo real, el de la mediocridad.

Pasaba el segundo tiempo y el partido seguia en las mismas, es entonces cuando aparecia. Un remate de cabeza o un disparo fuera del área... !gooool!, ahí empezaba la funcion. Corria como endemoniado al tiro de esquina, con sus largas zancadas llegaba mucho antes de que el utilero le llevara la mascara. Entonces se daba tiempo para saludar a su gente, quizás para hacer un pequeño baile. Tenia claro que era la estrella, que todas las miradas estaban en él.

Cuando tenia la mascara en sus manos se transformaba, ya no era el mismo que hacia 5 minutos, ya no era un jugador de papel, ya no era como cualquier otro, que da pases sencillos y rutinarios, ya no era Sebastián. Ahora era el loco, el "Loco Abreu". 

-Mira hijo, ven a ver al Loco- gritaba mi padre entusiasmado.

Yo debi tener unos 7 u 8 años, no me interesaba demasiado cuantos goles metia ese jugador, y tal vez ni sabia que no era mexicano. Pero el loco era el loco, y ver sus festejos valian ya el partido.

-¿Cuántos goles van?- preguntaba haciendome el interesado.

-Apenas es el primero hijo, pero ya te veo ahi, metiendo muchos mas goles. Me voy a sentir muy orgulloso de ti, cuando digan: "¡gooooooool... del Loco Max!!!- y mi padre sonreia.

Y yo, el "Loco Max", me sentia ya muy afortunado.